domingo

Montevideo




Éstas son algunas de las cosas por las que me enamoré de Montevideo. No sé si Onetti, si Galeano, si el Benedetti cuentista (nunca el poeta) o mi propia invención desenfocada que insiste en que ha visto, sentido y oído aquello que sabía que iba a ver, sentir y oír, un amor ciego y sordo. No sé si río o mar, pero siempre preferiré el puerto a la playa, la escollera y el pelo con olor a sal, las grúas y los barcos pesqueros, la Ciudad Vieja y derruida con sus perros piratas antes que la sombra de los edificios sobre la arena. No sé si playa o 18 de Julio, pero siempre querré volver a viajar en uno de esos cacharros de los 60’ que dan en llamar transporte público, bajarme en Malvín y caminar de lado a lado hasta que desaparezca el sol.

23 comentarios:

werte dijo...

¿La primer foto es la feria de Tristán Narvaja? Nunca fui.
¿Qué es eso que cuelga en la segunda?
Saludos.

Laleft dijo...

Bellas fotos y tanto más el texto, compañera.
Un abrazo.

Diego dijo...

la verda dque mdeo es hermosa, que pena losq no lo reconocen

Jhonny dijo...

La primera foto es de la Feria de Tristán Narvaja, al fondo la sede del MLN, Tupamaros.

La tercera es de la Ciudad Vieja, che, pero ese omnibus no funca, tan mal no pueden estar las cosas en el paisito.

La segunda es de la Ciudad Vieja también, si no me equivoco.

Qué ganas de estar ahí. La playa de Malvín ... linda para fogones con guitarras y vino tinto.

Borgeano dijo...

Dan ganas de sali rajando para alla, sobre todo aquellos que vivimos en un gris-cemento constante.

Ferdinand Mortnais dijo...

Ojalá haya sido por Onetti. Aunque sea, queda mejor decir que fue por Onetti.
A mi también me gusta Montevideo, le tengo cierto afecto, pero en mi caso se lo debo a Ducasse.

Jack Celliers dijo...

¿Cómo le va, compañera?

SI, es la feria de Tristán Narvaja... es tan entrañable... Montevideo es eso: una tristeza entrañable.

Bah, para mi.

Casualmente (o no) tengo a mi diestra unos cuentos de Felisberto Hernández. Lo recomiendo a las personas adecuadas, que jamás en la vida se sabe quiénes son, claro.

Nandrolono dijo...

¿trajiste alfajores, E.T.?

Ruth dijo...

Werte: Sí, es de la feria de Tristán Narvaja, un cachivache de frutas, tortugas marinas y libros. Y lo que cuelga en la segunda es ropa... ¿tiene puestos los anteojos? :)

Laleft: Gracias y saludos para usted también.

Diego: Los montevideanos siempre miran a Buenos Aires y los bonaerenses siempre miramos a Montevideo. Todo el mundo quiere lo que no tiene, es así.

Jhonny: Los ómnibus de su paisito no son mucho más modernos que el naranja de la foto, y éso es lo que me atrae. Y la playa de Malvín, por más que digan lo que digan y llegar hasta allá sea un parto entre monoblocks y descampados llenos de basura, es la más linda de todas. En mi humilde y extranjera opinión, claro.

Borgeano: Y, sin embargo, los uruguayos se quieren venir a Buenos Aires "porque el subte te lleva enseguida de un lado a otro". Si supieran lo que es viajar todos los días en hora pico...

Ferdinand: Usted y los "poetas malditos", me lo temía. Ya sé que queda mejor decir que es por Onetti, que suena más "intelectual" y todo eso, pero sería hipócrita negar que en mis épocas he leído mucho a Benedetti y a Galeano y gran parte de la Montevideo soñada se la debo a ellos. "Gracias por el fuego", "La canción de nosotros"... no estaban mal. A mí me gustan.

Jack: Eso: "una tristeza entrañable", sin tantos coches y motos que la pasen por encima. Y me había olvidado de Felisberto Hernández, tendría que revolver por ahí... déjeme pensar... ¿"La casa inundada" o algo así? Ay, ahora me dieron ganas. Saluditos.

Nandrolono: ¿Alfajores? ¿Qué, en Uruguay existen alfajores "obligatorios" como el Capitán del Espacio y el Jorgito? ¿E.T.? ¿Me puede traducir los comentarios?

Violeta Increíble dijo...

Vengo de pasar unos días en Carmelo y justo el día que me volvía a Buenos Aires mis amigos se iban para Montevideo para visitar "la feria de los domingos" y comprar algunas cosas (como por ejemplo, faroles a querosén). Habían estado toda la semana hablando de esa feria, así que cuando vi la primer foto del post pensé "es esta". Supongo que la "feria de los domingos" de la que me hablaban es esta "Tristán Narvaja". ¿No?

Ca dijo...

Oiga,
me gusta mucho la Montevideo que usted ve.

Juan M Tavella dijo...

uste sabe vender una ciudad. Igual, ya de antes que tenia ganas de concoerla. En algun momento me cruzare el charco.

Jhonny dijo...

Estamos totalmente de acuerdo, las playas de Malvin son las más lindas, fogones y vino tinto.

Con respecto a Felisberto Hernández, el que más me gusta de allá, dale con fe que no tiene una pizca de desperdicio.

Ferdinand Mortnais dijo...

El otro dia en canal á pasaron un documental sobre Onetti, en el que pasaron, a su vez, una entrevista que, supongo, le hicieron poco antes de que muriera. La verdad es que me pareció muy triste su imagen: con un sólo diente en su boca (uno sólo, no exagero), tirado en una cama, evidentemente borracho, despeinado y desprolijo, y como si eso fuera poco: viejo.

cam. dijo...

Crónica fotográfica y relato aah.. qué lindo !!
tengo una llegada q me ha dicho q para ella la cigueña se equivocó y la tiró del otro lado del río tiene esa locura por el Uruguay
quiero ir!

Nandrolono dijo...

Extracto de un separador de "Cuál es?" o de "Radio Bangkok" (así de viejo es):

E.T.- etéeeeeee, teléeeeeeefono, caaaaaaaaasa
Uno de fondo.- ¡traé alfajores, E.T.!



P.D.: la obligatoriedad del alfajor Jorgito nunca fue sostenida unánimemente por la crítica. Sí en cambio las de Capitán del Espacio y del Guaymallén. De todas formas, más que alfajores, deberías haber traído muchos envoltorios. Envoltorios de papel. Papel, papel, y celulosa mucha. He ahí el nuevo folclore rioplatense, debido mayormente a que ni Boquita ni Peñarol ni Nacional están en la Libertadores...

Ruth dijo...

Violeta: Es la mismísima feria de los domingos, que abre a las 5 de la mañana y cierra a las 3 de la tarde. Carmelo también es bonito pero le aseguro que no tiene comparación con la Princesa del Plata (no concedo: la Reina es Buenos Aires).

Ca: Gracias, señora. Puede ir a verla cuando quiera con sus propios ojos, a lo mejor ve algo distinto.

Conde: No es venta, es agitación y propaganda explícita sin valor comercial...

Deapoco: Gracias, si por mí fuera hubiese puesto diez, pero hay que saber medirse.

Jhonny: ¿Felisberto es el que más le gusta de allá? Tomo nota.

Ferdinand: Y sí, la vejez es bastante antiestética. Yo prefiero no conocerles las caras a los artistas, uno se desilusiona al saber el monstruo que está detrás de esa maravilla.

Cam: Algo tiene ese paisito, no sabría decir qué. Pero no se equivoque, yo soy una chica muy patriota (!!)

Nandrolono: No sé de qué habla, yo no había nacido. Respecto del Guaymallén, perdóneme pero tampoco hay unanimidad. Esa cobertura mantecosa y pegota no puede tener muchos fanáticos, admítalo, hubo un notorio descenso de su calidad.

Roger dijo...

Sí, sí, Felisberto sí. Y Benedetti poeta, también, por qué no. Y de Montevideo no hablo, porque me da envidia y nostalgia de no haber ido.

ele dijo...

a eso me refería.

igual tu montevideo no es lo que mas me gusta de mi montevideo

salvo malvín, vieja barriada sin fin
veredas que guardan mis años mas felices

paula p dijo...

la del medio es herrrmosa

ángel dijo...

.

Melancólica, donde las haya, la ciudad de Montevideo es, como afirmas, la atmósfera pura y dura de Onetti y de no pocos relatos de Cortázar.

Recuerdo su mercado del puerto como una nostálgica obra plástica de Torres García y el tiempo, ahí, parafraseando a Borges, como la disolución de un imperio.

Quizá las ciudades conosureñas tengan compartan esa luz oblicua y ese aire del que Buenos Aires, la ciudad que conocí en el mismo viaje, conserva en ciertos bares y esquinas de Palermo.

Hermosas tus imágenes de una ciudad entrañable...

.

Playmobil Hipotético dijo...

lo confieso: no soporté a onetti. Pero Montevideo es la ciudad donde todo estaba bien y donde todo va a estar bien.

Leo Villano dijo...

Que magia esas calles ¿no?

Yo estuve por ahí poquito tiempo, un par de días, y me dieron unas tremendas ganas de recorrer un poco más.


Es como viajar un poquito hacia atrás y ver cosas que acá hace tiempo no vemos.